Dando vueltas por el submundo he llegado a un curioso lugar llamado Areópago, densamente poblado de espectros y almas en pena. Algunos están muertos pero no lo saben, otros están simplemente sumidos en una perpetua narcosis que les hace confundir el mundo real con su foro. Creo que voy a tener mucho trabajo, es más, me temo que voy a instalarme allí por una larga temporada, porque, ¿para qué seguir buscando si en ese lugar puedo dar lo mejor de mí misma?

www.areopago.es

Muchas veces me pregunto si no sería mejor dedicarme a mí misma, a la pura lujuria de una existencia despreocupadamente animal, que andar por las cloacas virtuales buscando casos perdidos. "Buscando" no es más que una manera de hablar, porque me los tropiezo sólo con tocar una tecla, de manera que si quiero que mis recursos se aprovechen debo seleccionar bien los objetivos.

Tras una juventud enterrada en vida cuidando a los anormales de mi propia familia, estaba escrito que acabaría trabajando como celadora en un sanatorio psiquiátrico. Ahora, además, me dedico en los ratos libres a consolar a las almas desorientadas atrapadas en cuerpos que sienten como ajenos que penan por la red, especialmente por foros y blogs, aplicando en cada ocasión el tratamiento correspondiente.